Jean-Claude Van Damme cumple 60 años: historia de un icono del cine
Sus icónicas patadas voladoras con giros de 360 grados, o su ‘spagat’ (apertura de piernas) entre las cuerdas de un ring de boxeo, hicieron que el actor belga Jean-Claude Van Damme, conquistara de un salto la fama mundial.
Hoy, a sus 60 años de edad, aquella época dorada que sigue dando brillos, lo ha convertido en un referente del cine de acción y de las artes marciales para la posteridad.
Tanto así, que su legado se ha extendido a una de las películas más vistas del momento en Netflix, el remake de la clásica cinta ‘Muerte súbita’, por la que ahora el actor ha sido fichado para protagonizar una nueva producción de la reconocida plataforma streaming titulada ‘El último mercenario’, que combinará el género de acción y la comedia.
De niño, Jean-Claude Camille François Van Varenberg, su nombre de pila, soñaba con ser una estrella de cine y admiraba las cintas de acción de actores como Bruce Lee y Steve McQueen. Sin embargo, era tímido, delgado y de baja estatura, por lo que su padre lo llevó al Centro Nacional de Karate en Bruselas, donde se inició en la disciplina del karate-do estilo Shotokan. Y más tarde, tomó clases de ballet por cinco años, para mejorar su flexibilidad.
Aquellas disciplinas y su ardua formación física, le permitieron en 1978 inaugurar su propio gimnasio en Bruselas, llamado ‘California Gym’. Sin embargo, sus ansias por conseguir ser la estrella que siempre soñó, lo llevaron a abandonarlo todo y probar suerte de principiante en Los Ángeles, en 1982, cuando apenas llegaba a los 22 años de edad.
Una vez allí, trabajó como taxista, repartidor de pizza, conductor de limusinas, entrenador de gimnasio, guardaespaldas, instructor de karate, masajista, entre otros. Hasta que conoció a Chuck Norris, de quien fue compañero de entrenamiento, gracias a él consiguió su primer papel como extra en la película ‘Missing in Action’, 1984.
Ese mismo año, interpretó el papel secundario de un joven homosexual en ‘Monaco Forever’.