SANTAFERIA ESTRENA “PASIÓN Y LOCURA” CELEBRANDO LA CULTURA FUTBOLERA Y
Lejos de casa y solos: Estudiantes camboyanos comparten la vida en Tailandia durante el confinamiento por la pandemia #covid19 #salud
Varios se sintieron asustados, solos y aburridos bajo estresantes restricciones.
Este artículo de Seoung Nimol se publicó originalmente en Prachatai, sitio de noticias independiente en Tailandia, y Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo de para compartir contenido.
Lejos de casa durante la pandemia de COVID-19, los estudiantes camboyanos que llegaron a Tailandia para continuar sus estudios tuvieron problemas derivados del encierro, la soledad y una sensación de pérdida.
Al vivir en dormitorios sin interacción cara a cara ni comunicación social, se sentían asustados, solos y aburridos bajo las estresantes restricciones del encierro. Las personas tuvieron síntomas psicológicos.
Según un estudio dirigido por UNICEF en 2020, siete de cada 10 niños y jóvenes en todo el mundo informaron que el COVID-19 tuvo un impacto negativo en su salud mental. La mayoría estaban preocupados por los ingresos del hogar familiar, sus estudios y su futura educación, y oportunidades de empleo.
Se ordenó el cierre de las universidades tailandesas en marzo de 2020, cuando el número de casos de COVID-19 aumentó drásticamente. Recién en 2022 las universidades reanudaron la enseñanza presencial.
Pich Somaly, estudiante de cuarto año de tecnología agrícola en la Universidad de Burapha, dijo que cuando se anunció el confinamiento, la atmósfera silenciosa que dejaron los estudiantes tailandeses que regresaron a casa fue aterradora. Esa no era una opción para ella y otros cuatro estudiantes camboyanos ya que las fronteras estaban cerradas.
Todos los estudiantes tailandeses ya se habían ido a casa. Solo quedaron algunos estudiantes camboyanos y nuestro edificio estaba muy callado. Estábamos asustados y preocupados por contraer esta enfermedad ya que vinimos a estudiar lejos de casa. Estos sentimientos nos hicieron pensar demasiado y nos causaron estrés.
La vida cambió por completo. Afirmó que siempre tenía que considerar las cosas cuidadosamente antes de actuar, pero esto iba acompañado de angustia emocional y preocupación. Siempre estaba tan nerviosa cuando iba a comprar comida.
Era sumamente difícil comprar comida. Era muy vulnerable al contagio si iba al mercado. Me quedé en la habitación durante 14 días por la cuarentena. Tenía miedo de contagiarme porque no me habían vacunado. Estaba afectada porque no es nuestro hogar.
Los problemas de salud mental también pueden surgir de la enfermedad en sí, como el duelo por perder la vida.
La mayoría de los estudiantes de primer año creían que tendrían un nuevo entorno, y que aprenderían y se comunicarían con gente en Tailandia.
Por el contrario, enfrentaron un momento amargo y complicado para adaptarse a la crisis global. Comenzaron sus estudios con preocupación, sin interacción social y con ansiedad por el deterioro de la situación de COVID-19, que tuvo un significativo impacto negativo en su salud mental.
Seun Ung Mengchou, ahora presidente de la Asociación de Estudiantes Khmer en la Universidad de Thammasat, dijo que todavía estaba en primer año en 2020 y que acababa de recibir una beca de su universidad para estudiar en Tailandia. En ese momento, la situación del COVID-19 era terrible en Tailandia.
Su primera experiencia de vivir en el extranjero se vio interrumpida por la pandemia y resultó ser un gran desafío para Mengchou. Afirmó que cuando debían permanecer en sus habitaciones, los estudiantes camboyanos sentían miedo y soledad, mientras que los estudiantes tailandeses podían irse a casa con sus familias.
Nuestra salud mental también se vio seriamente afectada por la crisis del COVID-19. No teníamos parientes aquí y estábamos ansiosos por saber qué hacer si nos contagiábamos. Hemos estado lejos de casa.
Muchos pacientes tuvieron que permanecer fuera del hospital debido a la situación del momento. Eso fue incomprensible. Nos sentíamos solos; teníamos nostalgia. Estábamos preocupados por nuestros estudios y la situación del contagio.
La mayoría de los estudiantes se vieron obligados a sentarse en sus habitaciones y estudiar en línea, y no era un buen ambiente de estudio. Los estudiantes estaban cada vez más estresados, lo que podía reducir la productividad en el trabajo y el bajo rendimiento académico.
Aprendizaje en línea
Todos los estudiantes tuvieron que cambiar al aprendizaje en línea para garantizar su seguridad. Su aprendizaje se vio afectado ya que no pudieron adaptarse rápidamente a los inesperados cambios.
Somaly dijo que su especialización era en ciencias y que se pospusieron todas las sesiones de laboratorio en el lugar. Para ella era tedioso y agotador pasar tres horas estudiando frente a una computadora.
Como solo podíamos concentrarnos en la primera sesión, aprender en línea fue difícil de seguir. Encontramos que el aula virtual era aburrida. Solo del 30 al 40 % de lo que aprendí en línea fue realmente efectivo, en mi opinión. Solo tuve lecciones sin laboratorio que no entendí completamente.
Sin embargo, las sesiones de laboratorio se reanudaron cuando las universidades reabrieron a fines de 2021, por lo que no fue una gran preocupación para su carrera, dijo.
Según Meng Chou, la participación activa y la concentración intensa son necesarias para que aprender en línea sea efectivo. Sin embargo, los alumnos no pudieron concentrarse porque continuaron estudiando en un ambiente incómodo.
Phara Pich Pisey, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Thammasat, empezó su primer año de estudios en línea. Surgieron dificultades ya que su especialización requería que los estudiantes cooperaran en proyectos grupales durante todo un año. Las discusiones tendían a ser difíciles ya que no podían reunirse presencialmente.
También dijo que trabajar en equipo y estudiar en línea era menos efectivo, estresante y afectaba mucho el rendimiento académico.
Teníamos varios proyectos en los que trabajar y no había examen. Nuestros proyectos de estudio de primer año no obtuvieron buenos resultados debido a las discusiones grupales en línea. Algunos miembros no ayudaron y la calidad del trabajo no fue buena. Fue difícil aprender y discutir, en comparación con las clases presenciales.
Facilitar la vacunación contra el COVID-19
Por el lado positivo, las universidades facilitaron que los estudiantes camboyanos recibieran vacunas contra el COVID-19, al igual que los estudiantes tailandeses.
Somaly y Mengchou dijeron que en 2021, ellos y sus amigos camboyanos que estudiaban en Tailandia recibieron asistencia de sus universidades.
La universidad de Somaly también desarrolló un servicio de consulta y asesoramiento de salud mental para estudiantes después de observar problemas de salud mental entre los estudiantes durante la epidemia. Cuando mejoró la situación del COVID-19 en Tailandia y terminaron las medidas de confinamiento, sus vidas mejoraron. Pudieron salir e interactuar socialmente.
Como resultado de sus experiencias, los estudiantes camboyanos solicitaron que la universidad estableciera un equipo de salud mental, un equipo de asistencia a estudiantes internacionales para comunicarse con ellos, apoyarlos y guiarlos en cualquier situación de emergencia que se presente en el futuro.
Este artículo es parte de la cobertura especial de Global Voices sobre COVID-19 y ofrece una visión de la pandemia desde la perspectiva de nuestra comunidad global de colaboradores. Todos los articulos
Escrito porPrachatai
Traducido porCatalina Victoria Andler Rojas